Ficha catalográfica del video
Título: Herencia del siglo XIX.
Serie: Encuentro Vuelta II. México: Los usos del pasado.
Tipo de grabación: Mesa redonda.
Subtema: Especialistas en la historia de México se reúnen para discutir los eventos sociales, políticos, económicos y culturales que se suscitaron durante el siglo XIX.
Argumento: En la quinta mesa del Encuentro Vuelta II, titulada “La herencia del siglo XIX", varios especialistas en la historia y la sociedad mexicana se reúnen para discutir sobre el desarrollo y trascendencia de los conceptos y sistemas políticos que dieron lugar al México contemporáneo. Enrique Krauze, el moderador, abre la discusión con dos palabras clave: la primera es “guerra”, pues desde sus inicios el siglo XIX estuvo marcado por la guerra de Independencia, y continuó con la guerra de secesión en Texas, con revueltas agrarias y étnicas, luego guerras de intervención extranjera y la guerra civil. No hubo paz sino hasta el Porfiriato, que terminó también con la guerra de la Revolución. La segunda palabra clave es “reforma”, ya que se trató de un siglo en donde se produjeron cambios de naturaleza estructural en las esferas económica, política y jurídica; se logró, asimismo, la separación de la iglesia y del estado. Para facilitar el debate, Krauze propone dividir al siglo XIX en cuatro etapas principales, cada una marcada por un grupo de personajes: 1) la Independencia de Hidalgo, Morelos e Iturbide, 2) el gobierno de Santa Anna, 3) el Estado y Juárez y 4) El Porfiriato: “el caudillo militar que termina de consolidar al estado mexicano”. Luis González y González comienza hablando sobre el movimiento de independencia y su impulso clerical. Esta etapa se vio marcada por optimismo y fe en la separación de la Nueva España por parte de las élites. Después, Tulio Halperin, historiador argentino, da su opinión sobre la sublevación que dice “comienza decapitada”, anticipada por una contra-revolución preventiva. Afirma que fue llevada a cabo por “una élite muy cercana a la antigua administración”. Por otro lado, la independencia se consumó 11 años después, como un baluarte, una forma de aislamiento contra la constitución de Cádiz. Se debate sobre la singularidad de la independencia mexicana y se señala que guarda cierta similitud con la peruana. Halperin explica que hay una constante en las excolonias hispanoamericanas de un ejército que heredan de sus guerras de independencia y que, en algunos casos, se vuelve más tarde un problema financiero y político. Krauze introduce entonces el problema de la categorización plana que se ha asentado en el imaginario histórico, por ejemplo la conocida “ruindad de Iturbide y la santidad de Hidalgo”. Es un fenómeno que González y González atribuye a la tendencia de culto a los mártires, que sin embargo es mitigado por la pluralidad en México. Se llega así a la etapa latinoamericana del caudillismo, en donde emergen los “hombres fuertes y carismáticos”. Enrique González Pedrero habla sobre Santa Anna, “el seductor de la patria”, y la presencia de múltiples facciones en el México independiente. Se aborda la presencia de una ideología equiparable al Neotomismo y se compara con la “visión arquitectónica del poder” en el General Cárdenas y su ideal de “la sociedad armoniosa”. Los expertos concluyen que no hay una división tan profunda entre conservadores y liberales. En el fondo, ambos querían cosas similares como, por ejemplo, el reemplazo del caballo por el ferrocarril, el cambio a agricultura de colonización, es decir, de plantación. Indican también tres evidentes herencias humanistas de siglo XIX: “la novela, el periodismo y la pasión por la historia escrita”. Jorge Hernández Campos habla sobre el liberalismo en tiempos de Díaz y cómo fue justamente el ethos liberal lo que terminó el Porfiriato. Finalmente, Krauze plantea la paradoja de “¿cómo es que el caudillo de los liberales en México es también el fundador del estado autoritario mexicano?” González Pedrero afirma que Juárez fue el fundador del Estado propiamente dicho: antes había una nación con ejército pero no existía un Estado. Las condiciones de lucha que persistían y, por otro lado, el congreso de Juarez era fuerte.
Participantes: Luis González y González, Richard Morse, Tulio Halperin, Jorge Hernández Campos, Enrique González Pedrero, Enrique Krauze.
Lugar de grabación: México.
Año de producción: 1993
Duración: 120 min.
Casa productora: Televisa.
Realización: Miguel Sabido
Catalogación de: Lorena Ramírez H.