El folleto de presentación que se distribuyó durante la inauguración del Teatro Isauro en 1930 pedía “ufanarnos de nuestros Teatros, por lo que tienen para engrandecer nuestra cultura por lo que valen como monumentos.” A la fecha, el Teatro Isauro Martínez (TIM) permanece fiel a los conceptos que de él se expresaron en aquella ocasión. Este monumento en nuestros días es un importante centro cultural que justifica el ufanarse de sus existencia ya que atrae e irradia ida espiritual no sólo para Torreón, sino para toda la Comarca Lagunera.
El TIM aparece como el importante centro cultural que ahora es porque los ciudadanos se propusieron, en 1975, arrebatarlo al deterioro y al abandono en que había caído. Cincuenta años más tarde, después de su reinauguración efectuada el 18 de septiembre de 1982, volvió a ser el gran monumento cultural que su fundador proyectó.
Recordemos que tras abrir sus puertas el 7 de marzo de 1930, el TIM fue teatro y sala cinematográfica. Pero en 1945, pasa a ser parte de las empresas de William Jenkins y a funcionar sólo como cine. Con el tiempo fue poco a poco abandonado y para 1973, el “Cine Martínez” ya era ocasionalmente ocupado. El abandono le acarreaba el deterioro.
En esas circunstancias, en 1975 se expandió por la ciudad el rumor de que el Cine Martínez sería demolido. Entonces, estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón, conscientes de su valor como monumento urbano e histórico iniciaron gestiones con el propósito de rescatarlo para la ciudad.
El tiempo pasaba y en 1979 el edificio del Cine Martínez había quedado en poder del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como consecuencia de las gestiones empezadas por los estudiantes. Al año siguiente, en 1980, el cincuentenario Teatro Isauro Martínez se ve en proceso de restauración a cuenta del Gobierno Federal. Finalmente, en 1982, es reinaugurado como teatro con un espectáculo de Ofelia Medina en homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz.
Durante los años siguientes, el TIM aloja una vida espiritual intensa que lo convierte en el más importante centro cultural de la Comarca. De ese modo se siente la necesidad de que crezca físicamente para ampliar sus funciones. Se le anexa una galería de arte y un área didáctica para los talleres artísticos que auspicia. También su promotoría se diversifica y concluimos con un ejemplo: es sede del Festival Internacional de Piano. Así el monumento pone a la ciudad en el rango de las capitales culturales del mundo.
Fuente: Teatro Isauro Martínez