Poeta, orador, arquitecto, astrónomo y rey o señor de Tezcoco. Nació en 1464, hijo de Nezahualcóyotl. Bajo la guía del noble Acapioltzin, comenzó a gobernar siendo todavía niño, a la edad de ocho años. Al lado de sus aliados aztecas, participó en guerras contra los totonacas y en la región de Oaxaca y las cercanas de Huexotzinco, Atlixco y Tlaxcala. Como gobernante, fue proverbial su rigor en la aplicación de la justicia. Diseñó palacios y jardines y es conocida la gran caja de agua que ideó para evitar la inundación de Tenochtitlan por el suministro de las aguas del manantial Acuecuéxatl cercano a Coyoacán. Tuvo una poderosa inclinación al estudio de los movimientos de los cuerpos celestes. Influyó en la elección de Motecuhzoma Xocoyotzin como señor de México-Tenochtitlan y fue el orador principal en su toma de posesión. Gobernó durante más de cuarenta años y gozó fama de sabio. Murió en 1515. Lo sucedió su hijo Cacamatzin.
De lo que debió de ser su abundante producción poética, sólo ha quedado una elegía que se le puede atribuir con fundamento: la denominada Nenahualizcuícatl, “canto que declara traiciones y engaños”. Se basa en el hecho histórico de la muerte en Atlixco, durante la guerra con Huexotzinco, de dos príncipes aztecas, Macuilmalinatzin y Tlacahuepan, por quienes sentía un profundo afecto. En este canto triste dejó expresión de las visiones de la guerra, asociadas con el mito de la embriaguez, que exalta pero también lo destruye todo.