Religioso, humanista, político y escritor español. Nació el 24 de junio de 1600 en Fitero, Navarra, y murió el 1 de octubre de 1659 en El Burgo de Osma, Castilla-León, en España. Era hijo natural de don Jaime de Palafox, marqués de Ariza, y de doña Ana de Casanate y Espes, también noble. Hasta sus nueve años, edad en la que fue reconocido por su padre, fue criado por una familia humilde. En 1610, inició sus estudios en el colegio de san Gaudioso de Tarazona y los prosiguió en 1615 en Huesca. En 1617, concluyó en Salamanca el bachillerato en Cánones. Entre 1620 y 1626, ejerció el marquesado por testamento de su padre, y como tutor de su hermanastro, trece años menor. En 1624, fue nombrado Abad de Cintra y Canónigo Tesorero de la Catedral de Tarazona. Conoció al rey en las Cortes de Monzón y a su valido, el Conde Duque de Olivares, y en 1626 fue nombrado fiscal del Consejo de Guerra. En 1629, recibió las órdenes menores y fue ordenado sacerdote. Designado también fiscal del Consejo de Indias, fue comisionado por el rey Felipe iv para acompañar a su hermana, María de Austria, en varios viajes por Europa. Entre 1633 y 1638, obtuvo los grados académicos de licenciado y doctor, y fue Visitador del Rey para resolver los conflictos del Colegio del Arzobispo de Salamanca.

En 1639, fue nombrado obispo de la diócesis de Puebla de los Ángeles, en la Nueva España. El 24 de junio de 1640 arribó al puerto de Veracruz, luego de tres meses de navegación. Como cabeza del obispado, fundó el convento de religiosas dominicas de Santa Inés; creó el colegio de niñas dedicado a la Purísima Concepción; redactó constituciones para el seminario de San Juan y erigió los colegios de San Pedro (para gramática, retórica y canto llano) y el de San Pablo (para grados académicos), conforme al Concilio de Trento. Del 10 de junio al 23 de noviembre de 1642 ocupó temporalmente el cargo de virrey de la Nueva España y el 12 de noviembre de 1643 fue electo arzobispo de México.

En 1646 firmó ante notario Valdivia la donación al seminario tridentino de su biblioteca personal de alrededor de cinco mil volúmenes, abierta a la consulta de cualquier persona, por lo que es considerada la primera biblioteca pública establecida en México, antecedente directo de la actual Biblioteca Palafoxiana de Puebla.

Sus controversias con las órdenes religiosas, particularmente con los jesuitas, a propósito de la jurisdicción episcopal, desembocaron en su sustitución como obispo de Puebla en 1647 y en su regreso a España en 1649, no sin antes haber podido consagrar la catedral de Puebla, a cuya terminación había dedicado grandes esfuerzos.

En 1650 el rey lo nombró miembro del Consejo Real de Aragón. En 1653 el Papa Inocencio x puso punto final a la controversia con los jesuitas y el rey Felipe iv lo nombró obispo de Osma. Dedicó sus últimos años a completar algunos de sus escritos y murió en 1659. Fue enterrado en la catedral de Osma, con lo que se dejó sin uso la tumba que él mismo se había erigido en la catedral de Puebla de los Ángeles.

Juan de Palafox y Mendoza fue autor de una prolífica obra escrita, comenzada desde su juventud y perteneciente a diversos géneros: historia (Sitio y socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638); poesía (Poesías espirituales); cartas pastorales (Suspiros de un pastor atribulado; De la paciencia en los trabajos y amor a los enemigos); tratados (Varón de deseos; Historia real sagrada; El Pastor de Nochebuena; Injusticias que intervinieron en la muerte de Cristo; Conocimientos de la Divina Gracia; Libro de las virtudes del Indio; Derecho civil y criminal americano); biografía (Vida de la serenísima infanta sor Margarita de la Cruz); hagiografía (Vida de san Juan Limosnero) y autobiografía (Vida interior). Es también autor de diversas obras didácticas y de unas Notas a las Cartas de Santa Teresa de Jesús.