Nació el 23 de febrero de 1963 en
la ciudad de México. Su infancia transcurrió entre hospitales y teatros, pues
su madre es neurofisióloga y su padre neurorradiólogo y dramaturgo. Vivió en
Cuba desde 1963 hasta 1980. A los 17 años regresó a México. Cursó estudios de
Biología y de Filología en la UNAM, los cuales, afirma Armonía, “rápido
abandonó para trasladarse a Cozumel, donde aprendió a bucear y descubrió su
gran vocación de servicio al desempeñarse como garrotero y mesero”. A pesar de
que le negaron la visa, logró instalarse en Nueva York, donde se ejercita en
oficios variados: “desde extra de cine en películas de octava hasta sujeto de
experimentación en el hospital de “Bellvieu”.
Se graduó en 1986 como guionista en el Centro de Capacitación Cinematográfica,
y obtuvo una beca para estudiar scneggiatura
en Cinecittá. “La escuela”, dice, “se incendió antes de mi llegada”, así que se
trasladó a Barcelona, donde vivió cinco años y medio. Por entonces escribió una
novela escatológica, aún inédita, El rey
de la mierda y El manual de Manuela o
el arte de masturbarse, publicado recientemente. En 1996 estrenó El juego de llorar (publicada en 1998)
con La Compañía Perpetua, que fundara con Rodrigo Johnson, Flavio González
Mello y Carlos Cuarón. Ha escrito guiones cinematográficos en colaboración para
José Luis García Agraz, Dana Rotberg, Alfonso Cuarón y Alejandro González
Iñárritu, entre otros. “En Acto para
maniquí”, escribió Flavio González Mello, “lo experimental no sólo está en
la forma, sino que empieza en el tema mismo. La obra, en efecto, gira en torno
a la experimentación en el dolor humano, a sus motivos y su naturaleza, a la
posibilidad y validez de intentar erradicarlo”.